ATRACCIÓN
La atracción, también conocida como “guía con señuelo”, consiste en guiar a tu perro con alguna cosa que le interesa, hasta que realiza la conducta deseada.
Pongamos un ejemplo, acercas un pedacito de comida a la nariz de tu perro y luego mueves tu mano lentamente hacia atrás por encima de su cabeza. Tu perro, para seguir la comida, tira la cabeza hacia atrás y se sienta. Mediante la atracción has conseguido que tu perro se siente, y has conseguido así el primer paso para que tu mascota se siente a la orden.
La atracción es una estrategia muy frecuente en el adiestramiento de perros porque permite obtener resultados fácilmente y con rapidez.
Sin embargo, recuerda que el uso correcto de los reforzadores exige que éstos no se conviertan en antecedentes de la conducta.
Por tanto, si usas la atracción para conseguir una conducta de tu perro, debes hacerlo muy pocas veces y eliminar esta guía en la primera o segunda sesión de adiestramiento canino.
Ten en cuenta que esta estrategia es muy útil para conductas simples, pero no sirve para conductas complejas.
CAPTURA
La captura es la estrategia más sencilla, pero la que más paciencia requiere. Consiste en esperar a que tu perro realice voluntariamente la conducta deseada y reforzar dicha conducta.
Por ejemplo, sujetas un pedacito de comida en tu mano y esperas a que tu perro se siente. No haces nada más, sólo ignoras a tu perro. En el momento en que él se sienta por voluntad propia, haces click y le das la comida. Has capturado la conducta de sentarse.
La captura es una estrategia sencilla y que funciona muy bien con algunas conductas simples. Como no necesitas guiar a tu perro con comida o juguetes, esta estrategia te permite mantener el reforzador fuera de la vista durante las sesiones de adiestramiento.
Esta estrategia, sin embargo, no sirve para entrenar conductas complejas porque podrías esperar toda la vida a que tu perro pusiera una lavadora y este no la pondría.
Es una estrategia que requiere mucha paciencia.
TARGETING
El targeting es una variante de la atracción y consiste en enseñarle a tu perro a tocar un objeto y luego usar ese objeto para guiar a tu perro hasta la conducta deseada.
Por ejemplo, le enseñas a tu perro a tocar con su nariz un disco de papel (o la tapa de un bote de café). Cuando tu perro ya sabe hacer eso, pegas el disco en la puerta y le pides a tu perro que lo toque. Tu perro toca el disco y, al hacerlo, cierra la puerta. ¡Milagro! Has usado el targeting para conseguir que tu perro cierre la puerta.
El targeting es muy utilizado para trabajar con perros y otros animales actores. Los animales son entrenados para tocar con la nariz un palo (el "targeting stick" o palo diana), tocar con las patas delanteras algún disco u otro objeto, tocar con las patas traseras algún objeto diana, etc.
Entonces, los adiestradores pueden acomodar fácilmente a sus animales en distintas ubicaciones y posiciones para las filmaciones o sesiones fotográficas. Por ejemplo, si el perro debe ubicarse en un lugar específico de la escena, simplemente se pone un objeto diana en ese lugar y se enseña al perro a pararse sobre ese objeto.
Esta estrategia es muy útil para acomodar fácilmente a tu perro en diferentes posiciones, sin necesidad de que siga un pedazo de comida o un juguete.
Tiene un sinfín de aplicaciones en el adiestramiento de trucos, pero no es tan necesaria para entrenar la obediencia canina básica.
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